Son las palabras las que cambiaron el mundo, las que crearon las historias, las que enamoraron a los poetas y las que desataron las guerras.
Al escribirse, la palabra, etérea, se volvió sólida, se volvió eterna.
Para los que sufren de locura, y para los que padecen exceso de cordura, dedico mis palabras.
Al escribirse, la palabra, etérea, se volvió sólida, se volvió eterna.
Para los que sufren de locura, y para los que padecen exceso de cordura, dedico mis palabras.
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